viernes, 1 de febrero de 2013

Oportunidad número mil

No escribo con la intención de que me leas sino para, algún día, recordar todo lo que te quería y te quiero.
Nunca dije un "quiero separarme de ti", miento, si lo hice, con la boca chica, con la grande no me atrevo ni a hablarte.
Princesa, un día fuiste mía, ese recuerdo jamás se borrará de mi memoria.
Por si acaso escribo esto y prometo leerlo un rato cada día, para recordarme que eras mi vida.
Ojalá hubiera sido así siempre, pero los ciclos se cortan, como yo al verte, ideas claras, cagada de siempre.
Tus labios, tus ojos, no sé que tienes, pero me tienes en la palma de tu mano.
Agobio de sentir esta mierda, de querer y no poder, de olvidarte para recordarte...

Otra vez.