sábado, 28 de abril de 2012

Raciones dosificadas de ti

Y pensar que junto a su sonrisa la vida es maravillosa... Pensar que todo va a acabar y recordar que no puede ser, porque mis recuerdos no son cicatrices sino rosas con alguna espina, que nunca llegan a hacer herida, sino camino en el que tú eres arena y yo piedra entrelazada, juntos un desierto... Hagámoslo florecer, que la arena cambie por tierra y yo por hierba, y nuestro amor un torrente de agua que no pare de emanar...
¿Cambiar esto? Nada ni nadie conseguirá que pueda llegar a sentir esto que siento, tu amor ha calado... y bien adentro.

sábado, 14 de abril de 2012

Yin y Yang: oposición y equilibrio



Debería estar estudiando, pero ahora mismo tú mi mente estas captando, y escribo frases en mi escritorio, todas relacionadas con lo nuestro, dos polos opuestos que se atraen. Somos diferentes, pero a la vez somos muy iguales y vale, se que en gustos no nos parecemos pero bueno… lo superaremos. Me da igual tu “rollo” y tu ropa, yo lo que quiero es no separarme nunca de esa boca, la misma que cuando me toca se vuelve loca y juguetea con mis labios, realmente impacientes, que mueren por rozar los tuyos.





Tú blanco, yo negro.
Tú luz, yo oscuridad.
Tú vicio, yo ambición.
Tú color, yo acromático.
Tú perfecta, yo tu fanático.

martes, 10 de abril de 2012

En momentos de euforia y en momentos de desaliento, contigo


Y una vez más quiero escribir, contarle al papel mi alegría antes de que lleguen peores días en los que esta no desborde y llegue el sueño, las ganas de dejarlo todo, que le den al curso, a los estudios… pero, ¿qué digo? Escúchame, sobretodo va por ti, que te agobias demasiado, que estamos al final y un esfuerzo pequeño nunca va a ser de más. Vamos a dar todas nuestras energías en esto, que ya llegará el verano y tendremos días enteros de nosotros, lo que tanto deseamos y te aseguro, volverán a llegar. Bueno, voy dejando esto, es demasiado tarde y mañana, madrugón. Solo una última cosa, cada vez que sientas que no puedes tira tu moneda al aire, si sale cara, saldrá bien y, después, lee esto: que tú puedes con todo, adversidades por todos lados pero ya estas tú, siempre tiras palante’ y además, me tienes a mí a cada instante para cualquier cosa, lo que tu me pidas, tu sólo dímelo y… ¡apareceré!.

lunes, 9 de abril de 2012

Otra vez frente a ti...


Te doy un toque, lo respondes y te doy otro, solo tú y yo sabemos por qué es. Al poco ya estamos hablando, te digo de quedar a las seis menos cuarto y me dices loco. Me pregunto por qué y enseguida te lo planteo… al instante me respondes y dices que eso es tarde, y quieres estar más tiempo junto a mi porque cada instante vuela. Entonces te digo, pues quedamos antes, me voy ya a la ducha para que me de tiempo a llegar y me voy corriendo. Bajo a la calle y ansioso miro el tiempo del autobús, mierda, llego tarde, me subo deprisa al metro… Un transbordo a la línea 10, hasta Fuencarral me llevan los hierros por las dos vías de acero. Me bajo, subo a la calle y atravieso el parque, miro a la izquierda y veo nuestro lugar, un simple banco, pero es tan especial… sigo caminando y voy sacando el móvil, estoy a unos pocos metros voy dándote el toque y me sitúo donde siempre, bajo la ventana del salón y espero impaciente. Al poco oigo tu sonora puerta cerrarse, veo como aparecen tus zapatillas y al poco tú, colocándote el pelo. Enseguida aparece tu sonrisa y me quedo embobado, pongo sonrisa de niño y sin darme cuenta, tus labios y los míos ya se han juntado.

Nunca más me estés triste


Me vale con un teclado, una pantalla y en mi pensamiento la chica de mis batallas. Te amo, no quiero decir nada que no sepas. ¿Qué te cuento? Hablemos de todo este tiempo, precioso por cierto. No cambiaría nada de nuestro año y tres meses, todo lo que ha pasado… me enloqueces. No necesito nada más que un banco y tu mirada para darme cuenta que la vida tiene sentido, y he decidido que la quiero vivir contigo. Vamos juntos donde nos lleve el viento, dejémonos llevar como si esto fuese un cuento, pero déjate de Blancanieves, déjate de las hadas, contigo es un cuento real que no cambiaría por nada. Me enfado, te enfadas pero al final, todo sale bien, ¿por qué? Pues porque somos así, dos tontos enamorados que se han acostumbrado a estar juntos, pegados el uno al otro, porque… juntos podemos con todo, nada me da miedo a tu lado, porque me he enamorado desde el primer beso que tú me has dado. Por si esto es un sueño, cerraré los ojos más fuerte, porque no quiero despertar, esto es perfecto y espero, sea eterno.